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Mi Primer mes sin deudas: Lo que hice (y lo que No Funcionó)

El día que pagué mi última deuda, no celebré. Me senté a llorar.

No eran lágrimas de alegría, sino de alivio. Por primera vez en tres años, podía respirar sin sentir que el dinero me estrangulaba.

Pero llegar ahí no fue con un plan perfecto. Fue con errores, recaídas y decisiones que casi me hunden.
Hoy, quiero contarte exactamente qué hice durante ese mes decisivo… y, más importante, qué intenté y fracasó estrepitosamente.

Porque si estás luchando por salir de deudas, necesitas la verdad… no un cuento de hadas financiero.

📊 Mi situación al empezar el mes

Antes del “mes cero”, debía:

  • $180 en tarjeta de crédito (con intereses del 9% mensual)
  • $70 a una amiga (prestado para el alquiler)
  • $50 en fiado en la tienda de la esquina

Mi ingreso: $350 mensuales (freelance, irregular).
No tenía ahorros. No tenía respaldo. Solo tenía la decisión de que esto terminara.

✅ Lo que SÍ funcionó (y puedes replicar)

1. El “pago simbólico” diario

En lugar de esperar a tener “lo suficiente”, decidí pagar $5 todos los días a alguna deuda.
- Lunes, miércoles, viernes: a la tarjeta.
- Martes y jueves: a mi amiga.
- Sábados: a la tienda.
Resultado: En 20 días, había pagado $100… y la motivación creció exponencialmente.

2. La regla del “dinero visible”

Guarde los billetes para deudas en un sobre transparente en mi escritorio.
Cada vez que veía el sobre crecer, sentía que recuperaba el control.
Psicológicamente, fue más poderoso que cualquier app.

3. Negocié con humanidad (no con vergüenza)

Fui a la tienda y le dije a la dueña:
“Quiero saldar mi deuda, pero necesito hacerlo en pequeñas cuotas. ¿Podemos acordar $10 por semana?”
Me abrazó y dijo: “Mija, mejor paga cuando puedas. Lo importante es que no desaparezcas.”
En LATAM, el trato humano abre puertas que el dinero no puede.

4. Vendí lo que no usaba… sin esperar “el momento perfecto”

En 48 horas, vendí:
- Una blusa que no me ponía
- Un libro de texto
- Un cargador extra
Total: $32.
No fue mucho… pero fue el empujón final para cerrar la deuda con mi amiga.

❌ Lo que NO funcionó (y tú debes evitar)

1. Intentar pagar todo de una sola vez

La primera semana, quise liquidar la tarjeta con un pago grande.
Resultado: me quedé sin dinero para comida y tuve que pedir prestado de nuevo.
Lección: Mejor pagos pequeños y constantes que un esfuerzo heroico que te hunde.

2. Esconderme de mis acreedores

Dejé de contestar mensajes de mi amiga. Evité la tienda.
El resultado: la deuda seguía… y la culpa crecía.
Lección: La transparencia construye confianza. La evasión, resentimiento.

3. Compararme con otros

Vi a un influencer decir: “Salí de $5,000 en deudas en 30 días”.
Me sentí un fracaso.
Lección: Tu camino es tuyo. No hay competencia en la libertad financiera.

4. No tener un “colchón de $5”

El día que pagué mi última deuda, mi celular se rompió.
Como no tenía ni $1 guardado, casi vuelvo a pedir prestado.
Lección: Desde el primer día sin deudas, guarda $5/semana. Es tu escudo contra la recaída.

🌱 Cómo se siente vivir sin deudas (la verdad)

No es euforia. Es paz.
- Dormir sin ansiedad por las noches.
- Decir “sí” a un café con amigos sin calcular si te alcanza.
- Mirar tu billetera y ver solo lo que es tuyo… sin sombras del pasado.

Pero también es responsabilidad.
Porque ahora sabes: la libertad no se regala. Se protege día a día.

¿Y ahora qué?

  1. Haz tu lista de deudas HOY (aunque sea en una servilleta).
  2. Elige una estrategia que SÍ funciona (pago diario, negociación, venta rápida).
  3. Evita al menos un error que NO funciona (como esconderte o querer hacerlo todo de golpe).

No necesitas un milagro. Solo necesitas un mes de decisiones consistentes.

¿Te gustó este testimonio sin filtros?
Si estás en tu propio camino hacia la libertad financiera, recuerda: cada pago, por pequeño que sea, es un acto de esperanza.
Y tú ya estás más cerca de lo que crees.


Para quienes saben que la verdadera riqueza no es tener mucho… sino deber nada. 💚